En la década de los sesenta los caballos británicos Cleveland Bay se encontraban al borde de la desaparición, pero fue la Reina Isabel II la que interesada por la supervivencia de esta raza decidió adquirir los últimos cuatro sementales y comenzar la cría de Cleveland Bay. En la actualidad estos caballos son los “enganches” que se utilizan habitualmente en las carrozas de la familia real.
Hay una teoría que afirma que la raza de caballos Cleveland Bay surgió en el siglo XIX en la zona de la Bahía de Cleveland, un enclave geográfico situado en el condado británico de Yorkshireen la costa noreste de Inglaterra.
Su origen sería fruto del cruce selectivo de caballos ingleses y de Pura Raza Española, estos últimos llegados hasta Gran Bretaña de la mano de los mercaderes que solían realizar con sus barcos los tráficos de mercancías con la Península Ibérica y el norte de África.
El objetivo de esta hibridación era conseguir ejemplares elegantes y fuertes que pudieran ser utilizados por los aristócratas como animales de tiro en sus carruajes, unas características que se mejorarían posteriormente con los cruces efectuados con ejemplares Galloway, con el fin de ganar en velocidad y agilidad.
Considerados como unos de los mejores caballos de tiro del mundo, actualmente los Cleveland Bay siguen siendo utilizados en muchas ceremonias oficiales como ejemplares que están destinados a servir de enganche de las carrozas reales.
Como resultado de los cruces con Galloway también surgieron los llamados Yorkshire Coach, ejemplares de “segundo nivel” que eran los utilizados en los carruajes de la burguesía londinense.